sábado, 8 de agosto de 2020

El árbol de los problemas /cuento y audiolibro

El árbol de los problemas.

audiolibro👈
 

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se niega a arrancar.

Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invito a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas; abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.

Posteriormente me acompaño hasta el carro. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunte acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes. ‘Oh, ese es mi árbol de problemas’, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura, los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.

Lo divertido es, dijo sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.

 

 

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Reflexión

“Los problemas quedan en la puerta de casa”...

Los problemas deben ser colgados en el árbol de los problemas. Debes ser como nubes que llegan y pasan volando. Nunca debemos trasladarlos con nosotros en nuestra mente, porque de esta forma los hacemos grandes gigantes que nos impiden vivir plenamente el momento presente.

“El preocuparnos no le quita problemas a la mañana, le quita fuerza al hoy”. J. R.R. Tolkien.

 

 

-¿Que otra reflexiòn podrias hacer?

 

El río y el mar /Autor: Khalil Gibran (metáfora)

“Dicen que antes de entrar al mar, el río tiembla de miedo.

 Mira para atrás todo el camino recorrido, las cumbres, las montañas, el largo y sinuoso camino a través de selvas y poblados, y ve frente de sí un océano tan grande que entrar en él sólo puede significar desaparecer para siempre.

Pero no hay otra manera, el río no puede volver. 

Volver atrás es imposible en la existencia. 

El río necesita aceptar su naturaleza y entrar en el océano. 

Solamente entrando en el océano se diluirá el miedo, porque sólo entonces sabrá el río que no se trata de desaparecer en el océano, sino convertirse en él”.

Kahlil Gibran